En lo personal Tarantino fue algo especial dentro de aquel
salón de video club, el mismo que tenía estantes infinitos de cajas de platico
rellenas entre sus paredes con esponja para no dañar el cassette vhs, es
inevitable recordar ese aroma de estreno recién llegado.
Creo que cuando mucha gente tiene un interés en común es porque
alguien ha elegido bien los componentes para hacer una obra de gusto masivo,
pues aquí está la primera de las incógnitas que a muchos nos pasa con Quentin, ya
que por una parte es más que sabido (al menos por los que nos consideramos en
un nivel decente de ñoñes) que el tipo en cuestión homenajea lo que a él le
parece cool dentro de SU propia ñoñes! Y
eso finalmente nos sacia de nuestra búsqueda de lo que también encontramos bueno
y entretenido. ¿pero que ese plus que nos llama tanto a ver y esperar sus estrenos?
Pues bien mi primer acercamiento al universo del director del
mentón prominente fue aproximadamente
hace unos 18 años en el 95 donde alquilé Pulp Fiction y a mis cortos 13
años… no la entendí! Obviamente no sabía casi nada, ya que buscaba desesperadamente
sacarme ese traje que nos colocaron
nuestros padres llamado Disney, y con que
me podía despojar de aquello? pues con clásicos del mal gusto como Critters,
Evil Dead, Las Caras de la muerte (prohibida en más de 42 países), Bad Taste
entre un enorme y larguísimo etcétera, todo esto mezclado con piscas de cine
oriental y monos gringos como Ren y Stimpy,
Beavis and Butt-head entre otros, pues bien paso el tiempo y solo sabía lo
mucho que alababan a este director los viejos nerds que conversaban en los
pasillos más lejanos de ese mismo club de video (de los cuales hoy me he
trasformado en uno también) y lo que salía en revistas de cine (recordando que
en esos tiempos aun no teníamos internet!).
Pues bien creo que dentro del mundo oscuro pero agradable
que es el terror decidí alquilar otra cosa y la arrende otra vez pero tenía tantas películas que ver que la ponía unos
20 minutos y elegía otra, pasaron uno años más para que me sentara en los
pies de mi cama y saldara mi deuda ya con un criterio más formado de lo que era
el buen cine , dentro de lo cool, no en el sentido de cine arte o besándole las
patas al Ladrón de bicicletas (1948), La
regla del juego de Renoir o incluso al Ciudadano Kane (pronto daré una dirección donde podrán arrojarme
tomates y escupos, no se impacienten).
Y fue allí cuando la mente me exploto y todo cambio, había descubierto que no todo
era gore, sentí como mi membrana cerebral se trasformaba y se adaptaba a un
nuevo mundo , no podía creer que alguien
pudiese escribir tan entretenidamente un historia y mas encima sin un orden
especifico hacerla calzar formando algo lógico (luego me enteraría que
Cronenberg era otro listillo para ocupar esta forma narrativa pero en lo personal
no me gusta tanto … menos Tim Burton y es una bandera que me enorgullece, bueno
luego habrá tiempo para desarrollar eso).
Comencé a tener una obsesión por el tipo de cine aquel donde
me encontré con True Romance, una fase muy experimental de Tarantino luego
vendría la violenta Reservoir Dogs, luego de eso ya
no había más en esa época, hasta que una vez a un espinilludo y joven cajero de Blockbuster (R.I.P) le pedí buscar en su base de datos la palabra
Tarantino y apareció Four Rooms, donde me lleve una agradable síntesis pues
aquí sale nuestro amanerado carismático director haciendo de el mismo, de hecho creo que ni
siquiera esta actuando y nos revela un hecho muy importante dentro su universo y
es que describe las situaciones que acontecen en cada una de sus obras de manera similar y
lo usa hasta el día de hoy: DARLE VUELTAS AL ASUNTO, intriga y al final BOOM,
lo vemos en la mayoría de sus diálogos por ejemplo con el desenlace de Shoshana
en Inglourious Bastards o en la búsqueda que realiza Beatrix Kiddo “la novia”
en Kill Bill o el asunto de la bolsa con Jackie Braun o en la cena que tiene
Calvin Candie en Django Unchained lo
cual termina en un sangriento tiroteo (sin olvidar la agarrada de nalga que se
manda Jamie Foxx a un fallecido pistolero para despojarlo de su arma, que
puto!).
En fin son tantos los recuerdos que podría asociar con este
director que me mandaría otra página, lo cual sería más que latero.
Para redondear Tarantino viaja por un sinfín de celuloides
para rescatar lo mas interesante y juntarlo dentro una temática, donde siempre habrá
una heroína, pies de mujeres, contra piques y un cuanto mas de clichés que nos hacen pasar
un muy agradable momento y haciéndonos sentir que tres horas son apenas 45 minutos.
Espero que al igual que nosotros logren llegar al mantra de
recordar la primera vez que vieron a Tarantino y sientan ese olor a plástico de
caja de vhs nueva, MOTHERFUCKERS!
pd: las bandas sonoras son para otro dia!
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