Detalle de "Cristo en el Limbo" |
La corriente pictórica que desarrolló el Bosco para sus obras fue el “Estilo Flamenco”, caracterizado por ser muy detallista y bastante tétrico por si mismo, cosa que éste aprovechó para retorcer y moldear a su antojo. Pero a pesar de que los cuadros del Bosco están repletos de seres fantásticos escenarios irreales, sus obras no evocan temáticas oníricas como generalmente acostumbra y dicta el surrealismo, este personaje no soñaba con las imágenes de sus cuadros, ni alucinaba con ellas por el uso de drogas como se dijera alguna vez, sino que mas bien eran interpretaciones muy creativas del discurso eclesiástico de su época (finales del siglo XV), donde la Iglesia católica aprovechando la ignorancia de los tiempos que corrían adoctrinó a la sociedad bajo un discurso que afirmaba la existencia de un cielo e infierno como lugares reales, recompensa o castigo tangible después de la muerte. El Bosco representaba estos "castigos y recompensas" en escenarios tan mágicos como caóticos y tan bellos como macabros, siempre acompañados de una innumerable cantidad de metáforas y simbologías, algunas aún sin descifrar.