Directores, todos tenemos algún favorito o al menos alguien que nos simpatiza, en esta ocasión tengo el gusto de referirme a uno que esta en mi lista de preferidos y lo hago con una de sus obras mas accesibles (no comerciales) del gran John Waters, Serial Mom.
Imagínate despertar a las cuatro de la mañana, ir al baño y encontrar tu bañera llena de interiores de vacuno y excremento mientras suena una de esas armoniosas melodías de cuentos de hadas de los films de Disney de los 70’s, bueno eso es John Waters (Pink Flamingos, Airspray) quien a través de las pésimas costumbres, mal gusto y sonidos exageradamente reales hace una critica del americano país en el cual se desenvuelve.
Director: John Waters
Guion: John Waters
Pais: E.E.U.U
En Serial Mom desarrolla una comedia negra y le baja un poco el tono a sus tan características excentricidades, aquí muestra una familia en Baltimore (todo siempre pasa ahí en las películas de Waters) de clase media, viviendo el sueño americano, el padre un dentista y soporte económico, la adolescente hija, el joven primogénito quien atiende un video club y es asiduo a los films de terror y gore y finalmente nuestra protagonista, Beverly Stuphin (Kathleen Turner) la madre asesina.
Es ella quien representa a una psicópata con todas sus manías y explosiones de carácter, podríamos decir que esconde varios secretos que fácilmente la delatarían como una persona poco común ya que colecciona recortes de asesinos seriales, libros acerca del tema, acosa a su vecina y hasta tienen correspondencias con un reo, sin contar las grabaciones y saludos del propio Ted Bundy.
Sus ganas de matar pueden ser impulsadas por cualquier acto que ponga en riesgo la felicidad de su familia como alguna vecina que le quite el estacionamiento del súper, otra que no recicle, alguien que desprecie a su hija o simplemente no rebobine un VHS al entregarlo.
Pero mas allá de esto lo que nuestro director de bigotillo nos quiere mostrar es la hipocresía de la sociedad americana, ya que por un lado nuestra “heroína” es un ama de casa que realiza deliciosas y mimadas comidas y por otro mata sin remordimiento a quien rompe con las buenas costumbres.
Para que ahondar en la tremenda actuación de Kathleen Turner, si desde un principio nos simpatiza y hasta inconcientemente nos hace apoyar sus asesinatos, bueno esto también es gracias a la mente de waters quien escribe y dirige esta obra.
Finalmente la señora stuphin termina defendiéndose sola en un juicio no sin antes escapar de la policía con persecución incluida.
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