Female Prisioner n° 701: Scorpion (1972)

Director: Shunya Ito / Guión: Fumio Kônami, Hirô Matsuda / País: Japón. 
Si hay algo que los japoneses dejan bien plasmado en su cine de explotación, es que conocen, desarrollan y hasta parecen disfrutar tanto del abuso como de la venganza. Por este mismo motivo es que los nipones deben ser los poseedores de las mejores escenas en este género setentero conocido como “violación y venganza”. Primero – y como manda el estilo- te hacen odiar al antagonista a muerte por medio del sometimiento extremo de la victima de turno, para que luego esta, en el desenlace, obtenga su merecida y ojala muy creativa venganza. Entre estos casos tenemos la película de 1972 llamada “Joshuu 701-gô: Sasori” o "Female Prisioner n° 701: Scorpion"... 

La legendaria actríz Meiko Kaji (Lady Snowblood) en el papel de Matsu “El Escorpión”.

Un oscuro filme perteneciente al otrora popular subgénero dedicado a la violencia y corrupción en las cárceles de mujeres, donde los tratos vejatorios hacia las internas son el móvil utilizado como excusa para mostrar el verdadero gancho comercial, la violencia y el sexo. En este género las películas a veces no pasan de ser un show de tetas barato sin contenido ni gracia, pero otras, como en este caso, son verdaderas joyas del explotaition, con escenas de antología y una dirección muy creativa.

Meiko Kaji, actriz dueña de la mirada mas escalofriante del cine japonés, protagoniza la historia de Nami Matsushima, conocida dentro del recinto penal como Matsu “el escorpión”. Bella joven de pocas palabras y personalidad indomable, que carga en sus espaldas un terrible pasado; Aburrida de ser explotada como esclava sexual por un mafioso, decide darle muerte, por este hecho es acusada de asesinato y enviada a una de las peores cárceles de mujeres, en ese lugar Matsu será sometida brutalmente tanto por internas como por los gendarmes (cosa que como supondrán da pie para la inclusión de una infinidad de escenas de alto calibre erótico). Pero “El Escorpión” tiene el corazón mas petrificado que cualquiera del lugar, y resiste con fuerza sobrehumana todos los castigos, llegando incluso a burlárse de sus torturadores cada vez que puede.

Ojos de venganza...

Letalmente bella

Su personalidad intransigente y sus recurrentes intentos de escape tienen furiosos, tanto a los directivos como a los guardias del penal, que no escatiman en derrochar creatividad para encontrar nuevas formas de someterla y torturarla, donde por supuesto no faltará el siempre bienvenido Shibari (amarre erótico con cuerdas). Pero sus captores deben ser cautelosos, ya que al primer descuido Matsu “El Escorpión” escapara, y comenzara un verdadero infierno para todos quines alguna vez la maltrataron.

La estetización de la tortura y la violencia se mezclan con una dirección creativa e imaginativos trucos de edición como fondos pintados y efectos cromáticos (que de paso intentan aplacar la falta presupuestaria), aunque con tanta violencia gratuita, japonesas en pelotas y escenas antológicas, finalmente la falta de presupuesto termina pasando a segundo plano. Como sea, es una excelente muestra de cine de popular japonés, que en su tiempo, occidente nunca tuvo la oportunidad de disfrutar, y ahora gracias a su majestad Internet la tenemos a un clic de distancia. Deje de perder su tiempo de una vez por todas en esas redes sociales chismorreras y comience adescubrir los verdaderos manjares que ofrece la web.

Un año después de esta película, Meiko Kaji protagonizaría el papel de Yuki Kashima  en el venerado film Lady Snowblood (1973), hecho que la convertiría finalmente en una actriz de culto para los fans del cine oriental, entre ellos el famoso director Quentin Tarantino, quien la homenajeó copiando tanto sus vestuarios como algunas locaciones (batalla en la nieve por ejemplo) en su taquillera Kill Bill.

¿Quien dijo que las japonesas eran dóciles y cariñosas?